Hay sombras
en el momento de abrir el rostro,
sombras recobradas de otras vidas.
Memorias que envilecen la palabra
y están escritas
al final del amor.
Duerme la dulzura, cuerpo intacto,
junto a mí,
ahora que soy aliento del Tiempo
y más respiro de amarga luz
el aire desordenado de los vencidos.
Tu voz se mueve lejos, separados tú y yo
por esta sombra de hortensias muertas
que hace más humana la agonía de no verte.
Dibuja la lluvia un espantapájaros
en todas las ventanas,
un reflejo inanimado que anuncia la quietud de los cipreses
y el otoño
busca en el pulso de mis ojos
estremecerse
de todo cuanto de ti ha quedado.
sábado, 29 de agosto de 2009
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Asterio; Me conmuev tu poema. Se siente un corazón entre renglones; el alma de un gran poeta
ResponderEliminarTe saludo y admiro
Gabriela
Gracias por tus palabras amiga Gabriela.
ResponderEliminarUn beso u dos.
Me da gusto saber de esta casa querido Asterio
ResponderEliminarExtrañaba leer tu excelente poesía
Un beso
Rossana
Besos ni chico.
ResponderEliminarRocío
Gracias Rossana,
ResponderEliminarun abrazo.
Asterio
Mi chica mil besos.
ResponderEliminarAsterio